¿Por qué cuidamos, desde cuándo lo hacemos y qué miembros de la comunidad lo hacen?
Las personas somos altruistas y nos cuidamos unas a otras, con especial atención a aquellas dependientes, pero ¿por qué lo hacemos, desde cuándo y qué miembros de la comunidad se encargan de ello? La conducta humana no es azarosa. Todo está programado en nuestros genes y la manera de comportarnos no es una excepción, pues existe la tendencia a pensar que los rasgos físicos son los únicos presentes en nuestra herencia genética. Por supuesto, no somos cuidadores por casualidad independientemente de si lo consideramos innato o adquirido culturalmente. Además, los cuidados son una cualidad constante de la humanidad y es tal el valor y la importancia que le damos en nuestras sociedades que llegamos a agruparnos en asociaciones como Acuigranca.
Cuidar a personas dependientes es una constante en nuestro linaje evolutivo. La evolución ha reproducido este comportamiento íntimamente relacionado con el altruismo. ¿Por qué? Pensemos en pingüinos. Son aves que han perdido su capacidad de volar. La principal teoría que intenta explicar el porqué señala que sus principales depredadores están en el agua, por lo que la selección natural les ha hecho ser muy buenos nadadores en detrimento de sus capacidades voladoras. Igualmente, su fuente de alimentación básica está en el mar. Con esto quiero decir que, en principio, nada es casual en términos evolutivos. Si trasladamos esto al caso humano, somos seres cuidadores porque ello nos reporta un beneficio, sin olvidar las motivaciones emocionales: el amor y el cariño que gobiernan nuestras vidas.
Así, son varias las hipótesis de un debate abierto.
- Cuidar a personas dependientes enfermas permite controlar la transmisión de enfermedades. Si los cuidados se circunscriben al núcleo familiar más cercano, la transmisión de patógenos se limita.
- En las sociedades tradicionales (las no industrializadas) el conocimiento descansa en las personas mayores, por lo que cuidarlas si son dependientes preserva información fundamental para el grupo.
- La empatía y la preocupación por el bienestar ajeno se traduce en beneficios para la salud mental propia.
- Los cuidados constituyen una manera educativa de relacionarse con un ser apreciado por el que se siente compromiso, responsabilidad u otros sentimientos.
¿Y este comportamiento es innato o adquirido culturalmente? En cualquier caso, nada cambia por cuanto el funcionamiento de las reglas a nivel biológico y a nivel sociocultural es similar. Si hemos reproducido culturalmente esta conducta es porque como sociedad nos resulta “beneficiosa”, o al menos así le resulta a una parte importante de ella o, más frecuentemente, al poder del que emanen las decisiones u ostente las armas. Para entenderlo con un ejemplo, con importantes matices que no caben en estas líneas, la Europa decimonónica no abolió la esclavitud tanto porque de repente repararan en el atentado humanitario que suponía, sino más bien porque las élites entendieron que, en el contexto de la Revolución Industrial, económicamente les rentaba más otorgar un mísero salario a una persona y desentenderse de ella que cobijar y alimentar a una esclava.
¿Quieres saber desde cuándo cuidamos si atendemos a nuestro linaje? No te pierdas la próxima publicación.